Cada persona es distinta, por tanto, cada proceso es distinto. Se adapta a las necesidades individuales del cliente a la vez que respeta las normas metodológicas y el código ético de los organismos reguladores de la profesión ASESCO e ICF.

El proceso dura entre 8 y 10 sesiones, aproximadamente, hasta lograr EL OBJETIVO que previamente te hayas fijado.

Entre sesión y sesión acordaremos un plan de acción que te ira acercando a tu objetivo.

Es tu proceso, yo soy un espejo en el que te verás reflejado y tú decidirás hasta dónde quieres llegar.

La palabra coach tiene su origen en el término húngaro kocsi, que sirve para denominar a un medio de transporte.

Esto resulta muy representativo, ya que el coach, al igual que un cochero, es alguien que lleva (conduce para la persona), pero es ella quien decide en última instancia hacia dónde se dirige y hasta dónde quiere llegar.

De acuerdo con el código deontológico de ICF, podríamos definirlo como una relación profesional que, continuada en el tiempo, ayuda a obtener resultados extraordinarios en la vida personal, las empresas o los negocios. Esto se consigue asistiendo al individuo de manera que pueda cumplir con sus compromisos más allá de lo que era esperable en un primer momento.

También podríamos decir que el coaching es un arte, el arte de hacer preguntas que tienen una finalidad muy específica: la de acompañar a través del aprendizaje, la exploración y el descubrimiento de nuevas creencias a otras personas. Estas preguntas se encaminan, como objetivo final, al logro de metas concretas propuestas por el coachée.

Por medio de las sesiones de coaching y del proceso completo, el coachée profundiza en su autoconocimiento, aumenta su rendimiento y mejora su calidad de vida.

• Si hay un objetivo que se quiere lograr y no se sabe cómo llegar a conseguirlo (desde seguir una dieta hasta opositar, abandonar un determinado hábito, dejar de fumar, etc…).
• Si no se sabe muy bien qué es lo que se desea hacer con la propia vida, cuando te sientes un poco «perdido». Ocurre mucho a los jóvenes cuando no saben qué hacer una vez que dejan de ser niños, pero también a los adultos en el la mitad de vida; cuando se da la muy conocida «crisis de la mitad de la vida».
• Si una persona se encuentra «atascada» y desconoce cómo afrontar una determinada situación o problema, tiene dudas o conflictos que no sabe cómo resolver. Un enfrentamiento con un compañero, jefe, no sabe cómo dirigirse a su hijo, amigo…
• Si se está viviendo un proceso de cambio (de trabajo, de residencia, familiar o en cualquier otro ámbito).
• Si se quiere mejorar o modificar la situación actual.
• Si se está interesado en potenciar diferentes habilidades (sociales, de comunicación, formativas…) Mejorar su apariencia, hablar en público, ser más sociable…
• Si se tiene una empresa y se desea invertir en capital humano, haciendo que los y las trabajadores y trabajadoras se desarrollen personal y profesionalmente.
• Si se pretende comprender por qué una relación (con un compañero, familiar, amigo, pareja, etc…) no es satisfactoria, y repararla.
• Si no se siente a gusto consigo mismo/a y se desea que eso cambie.
• Si se busca rapidez a la hora de obtener resultados en un objetivo concreto, alcanzando las metas en pocas sesiones.

Es un proceso confidencial e independiente que va dirigido a personas que tienen bajo su responsabilidad a equipos de trabajo, autónomos, emprendedores, directivos, propietarios de empresas y a cualquier persona que quiera aumentar tanto el potencial de su equipo como el de ellos mismos. El coaching es una metodología reconocida para gestionar mejor el cambio dentro de las instituciones, empresas o personas, que necesitan obtener resultados no alcanzados con otros métodos.

Tanto si hablamos de relaciones de pareja, familiares, de amistad, o incluso laborales, el coaching puede resultarnos de gran utilidad.

• Tu coach te facilitará el mejorar y reparar relaciones dañadas. Cuando una relación es importante para nosotros y se resiente, sufrimos. Mediante el coaching podemos solucionar algunos problemas como los celos; ver por qué han fallado estas relaciones, y qué podemos hacer nosotros para que vuelvan a ser como antes. Esto queda englobado dentro del Coaching personal.
• El coaching te brindará apoyo para abandonar relaciones dañinas. A veces mantenemos relaciones (de pareja, con amigos, etc…) que no nos reportan ningún beneficio, sino todo lo contrario. Tu coach te acompañará en tu decisión de poner fin a estas relaciones, ayudándote a ver por qué las has estado manteniendo hasta ahora y a crear tu propio plan de acción para que tu situación mejore.

Normalmente el proceso de duelo requiere bastante tiempo de trabajo y genera estrés que puede repercutir negativamente en nuestra salud.

Nos encontramos agitados, cansados, perdemos la concentración y el apetito; y nos cuesta llevar a cabo las actividades que antes realizábamos con normalidad. Todo ello por el estrés que vivimos, a causa de los cambios que afrontamos.

Durante el proceso de duelo, el coaching nos ayuda a gestionar este estrés y a cicatrizar nuestra herida interior. Facilita el paso por las diferentes etapas.

• Nos ayuda a reconocer la realidad.
• Facilita el reconocimiento y la expresión de las emociones, para poder canalizarlas.
• Posibilita el desarrollo de nuevas habilidades, y la reparación del mundo interno de cada persona.
• Nos ayuda a restablecer y a aceptar los vínculos: con los otros y con el mundo.

Un coach hará que este proceso te resulte más sencillo y llevadero, ayudándote a reflexionar en un ambiente de aceptación y confianza.

Las experiencias pasadas en las que otra persona nos haya traicionado pueden acrecentar también este sentimiento de celos, así como algunos trastornos psicológicos.

Aunque los celos pueden no resultar limitantes cuando se dan de manera leve o moderada; si se acentúan pueden poner en peligro nuestra relación, y por eso es conveniente solucionarlos con la ayuda de un coach o un psicólogo.

Desde el Coaching, abordamos los celos viendo en primer lugar en qué se basan: qué hechos y juicios subyacen bajo este miedo.

Resulta primordial trabajar la confianza, viendo por qué ha resultado dañada, y enfrentándose a los temores que están provocando los celos. Reforzamos la autoestima y la creación de una relación no dependiente.

La comunicación de pareja resulta otro aspecto crucial en estas situaciones, ya que hablar de aquello que nos provoca celos con nuestra pareja resulta de gran ayuda.

Es decir, es la habilidad para gestionar bien las emociones. Tanto las nuestras como las de los demás.

Una persona que se enfada con facilidad, que se pone triste con frecuencia o que no es capaz de controlar sus

impulsos… es alguien con mala inteligencia emocional. Por el contrario, una persona que se conoce bien a sí mismo, que es capaz de pensar antes de actuar, que entiende sus impulsos, que los expresa con educación siendo sincero pero, a la vez, consiguiendo no afectar negativamente a la gente que le rodea…o que es capaz de relativizar y sentir las cosas de una forma sana…sería una persona con MUY buena inteligencia emocional.

Así mismo, la Inteligencia Emocional nos debe servir para entender las emociones de los demás y saber cómo tratar a la gente que nos rodea de forma que:

Estén a gusto a nuestro lado.

No provoquemos emociones desagradables en ellos (ira, tristeza, frustración, etc.). Es decir tener mano izquierda a la hora de plantear las cosas.

Alguien con una buena inteligencia emocional debería ser capaz de aplicar las siguientes cosas:

• Pensar antes de actuar…y no ir a la deriva y a lo “loco” antes de hacer las cosas. Esto no quiere decir que no se viva el momento o que no se disfrute. Esto quiere decir que las emociones y la razón vayan de la mano. Hay que disfrutar, pero también hay que ser capaz de utilizar la inteligencia y analizar las emociones, especialmente cuando hablamos de ira, tristeza o frustración.
• Ser empático para poder entender, respetar y manejar las emociones de los demás, haciendo que la gente que nos rodee esté a gusto.
• Saber elegir bien las emociones en cada momento, para que nuestro comportamiento sea óptimo. daño. Y el enfado, normalmente es la emoción que MÁS daño genera.

• Manejar, conocer y controlar bien las emociones negativas, especialmente en lo que respecta a: ira, tristeza, frustración y ansiedad/estrés.

• Vivir una vida con alto grado de motivación y optimismo, creciéndonos ante la adversidad, en vez de viniéndonos abajo.

• Ser feliz. La inteligencia emocional, al final debe perseguir la paz interior y la felicidad.

«La causa de toda emoción negativa es una ruptura en el sistema energético del cuerpo.»

«Las principales colaboradoras de la mayoría de las enfermedades y dolores físicos son nuestras emociones negativas no resueltas.»

Se  puede usar para casi todo, y ésta es una de sus propiedades más asombrosas.  Tiene éxito con casi todos los problemas emocionales, incluyendo miedo, traumas, depresión, angustia…

De forma genérica, EFT se utiliza para el tratamiento de:

• Malestar emocional
• Estrés
• Angustia
• Miedos
• Fobias
• Depresión
• Rabia
• Obsesiones
• Traumas
• Culpa
• Adicciones
• Migrañas
• Dolores crónicos

La simple práctica de la secuencia produce, de forma general, un alto grado de relajación y bienestar.

Importante: EFT es una técnica de desarrollo y crecimiento personal, que en ningún caso debe sustituir o reemplazar al médico o profesional de la salud correspondiente.  Nunca debes suspender la medicación que estés tomando, ni realizar modificaciones en la pauta, sin consultar con tu médico.

Debes recordar que la utilización de estas técnicas sin el acompañamiento de un profesional cualificado es un tema de tu propia y exclusiva responsabilidad.